EL PERFIL IDEAL DEL CONDUCTOR

El conducir un vehículo automotor no es un derecho natural, es decir, no por ser un ser humano tenemos el derecho a que se nos expida un permiso para conducir; esta actividad se encuentra regulada, los gobiernos tienen una gran responsabilidad al expedir una licencia o permiso para conducir, deben ser muy cuidadosos por los riesgos que ello representa.
Los gobiernos tienen la obligación de no permitir que conduzca un vehículo quien no esté capacitado para realizar dicha actividad, entendida en su más amplio aspecto (físico, mental y de conocimientos). A quien se le expide una autorización para conducir adquiere diversas responsabilidades, ya que un vehículo, por su peso y las altas velocidades con que se desplaza, representa siempre un peligro tanto para el conductor como para los demás usuarios de las vías de circulación.
Como resultado de la incapacidad de los conductores que cuentan con licencia, se genera un gran número de accidentes, que son el resultado de diversas causas, pero que siempre dependen de la capacidad de la persona que conduce. Es tan alto el índice de personas lesionadas y muertas por los accidentes que se ha vuelto un problema de salud pública. Por ello, para otorgar cualquier autorización para conducir, los gobiernos deben tener un estricto control a quien se lo otorgan, pero sobre todo, vigilar que sólo conduzcan vehículos quienes cuenten con dicha autorización.
Este control consiste en examinar y evaluar a quien se le expide una licencia o permiso para conducir, ya que desempeña un papel muy importante para la seguridad de las personas cuando transitan por las vías de circulación. Sin embargo, vemos con tristeza que este tipo de control no se realiza por parte de las autoridades de tránsito, tanto de la capital como de las entidades federativas.
En nuestro país es común que, para obtener un permiso o licencia para conducir, se requiere únicamente el llenar una solicitud, pagar los derechos y con ello se extiende una licencia que permite conducir un vehículo, sin que la autoridad corrobore si en realidad estamos capacitados física y mentalmente para hacerlo.
Esto nos parece muy delicado y lo constatamos por el alto índice de accidentes que ocurren o cuando vemos en las calles a sujetos, que ante cualquier motivo, agreden a los demás usuarios de las vías de circulación o que utilizan el vehículo como arma para atacar a otros, sin importarles las consecuencias.
En el ámbito federal, a finales de 1972, por iniciativa del Presidente de la República Mexicana, se reformó el artículo 126 de la Ley de Vías Generales de Comunicación, dando vida en 1973 a lo que es ahora la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte, organismo que a nivel federal, evalúa a los conductores del Servicio Público Federal. Se señaló que el motivo principal que dio origen a esta iniciativa fue el desarrollo de las vías generales de comunicación y sus medios de transporte, a los que cada día tienen acceso un mayor número de personas, por lo que se consideraba de especial importancia proporcionar confianza a los usuarios que las utilizan; para ello se requirió certificar la capacidad física, mental y aptitud necesaria de quienes operan los medios de transporte.
Desde 1973, la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte aplica exámenes médicos de aptitud a los conductores para obtener la licencia federal. Estos exámenes psicofísicos integrales se aplican también al personal técnico aeronáutico, al personal del Subsector Marítimo Portuario, a los trabajadores portuarios del servicio de Transbordadores, de Dragados y al Gremio de Pescadores, así como al personal del sistema ferroviario nacional.
A estos exámenes la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte les llama integrales, ya que examinan al conductor de manera conjunta en las distintas especialidades que conforman la medicina; no se limitan únicamente a cumplir un requisito para obtener la licencia federal, sino que se realizan también para su revalidación. Adicionalmente, la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte lleva a cabo supervisiones para verificar el estado físico de los conductores en las centrales de carga y de pasaje, así como mediante operativos en las carreteras nacionales, con el fin de que el personal encargado de conducir un vehículo del Servicio Público Federal se encuentre siempre apto para conducir un vehículo, lo cual otorga confianza a todos los usuarios de las vías de circulación.
Los exámenes psicofísicos integrales que realiza esta Dirección General, son el conjunto de estudios clínicos, de laboratorio y gabinete, que se practican de manera obligatoria al personal que interviene en la operación o auxilio de los diversos medios de transportes, con el propósito de evaluar periódicamente su estado de salud y determinar si las actividades inherentes a sus funciones las realizan con eficacia, eficiencia y seguridad en las vías generales de comunicación.
Conforme al Reglamento de Medicina del Transporte, los exámenes comprenderán los siguientes estudios:
Historia Clínica
Oftalmológico
Otorronaringológico
Neurológico
Cardiológico
Odontológico
Psicológico
De laboratorio y gabinete
Toxicológico
Además de estos exámenes que se realizan al obtener o revalidar la licencia, también se practican exámenes médicos en operación, con el objetivo de evaluar el estado de salud del personal, inmediatamente antes, durante o al término de sus labores en las vías generales de comunicación. Consisten en una inspección general, un interrogatorio intencionado al conductor, donde se le toma la tensión arterial y se hace una valoración del equilibrio, de los reflejos oculares y osteotendinosos, además de realizar una exploración del área cardiaca y la detección de la ingesta de bebidas alcohólicas.
La medicina preventiva es tan importante o más que la medicina curativa, por cuanto permite no sólo que disminuyan los riesgos de salud y muchas de las enfermedades que aquejan al ser humano. Está demostrado que el beneficio es indudablemente superior a las mejores acciones curativas, ya que la práctica de estos exámenes permite conocer cuando estamos en riesgo de contraer una enfermedad o si la enfermedad se encuentra en sus inicios. Es común que las personas se preocupen por su salud en la medida en que les afecta alcanzar las finalidades que se han propuesto o cuando ya están afectadas por la enfermedad.
Los exámenes médicos periódicos son una medida muy importante que debe hacerse toda persona para salvaguardar su salud y revelar enfermedades o anomalías de manera temprana, para así tomar las medidas correctivas que eviten una incapacidad posterior o reduzcan sus consecuencias.

La labor de la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte debería permear en todo nuestro país para el otorgamiento de licencias para conducir. Con ello disminuirían muchos percances automovilísticos, con la reducción lógica de personas muertas y lesionadas, cuyo número es de tal magnitud, que se han convertido en una de las causas más altas de mortandad en el mundo. Por ello, el gobierno tiene una gran tarea y sería recomendable que todas las entidades federativas regularan la expedición de licencias, autorizando únicamente a quien en realidad esté capacitado física y mentalmente para conducir.
Estos exámenes deben de ser más rigurosos, Vialidades buscará con los profesionales de la salud, qué enfermedades son incapacitantes para conducir un vehículo para hacerlas de su conocimiento y buscar el perfil ideal que debe contar un conductor.